Cuando no faltaba mucho para irme a Aberystwyth por primera vez, una de las cosas que pensé en llevarme, y de hecho lo hice, fue una buena colección de películas grabadas en el ordenador. Pensaba que necesitaría algo que hacer por las noches y qué mejor que ver una película, aunque sea metido en tu cuarto, a solas frente al ordenador.
Al comenzar la vida en la residencia me di cuenta que eso de ver películas a solas no iba a suceder porque, una vez que estás rodeado de amigos, no te apetece estar sólo en el cuarto cuando puedes estar con los demás, y claro... yo no era la única persona que tenía la idea de ver películas. De esta forma, muchísimas noches, si no eran unos, eran otros, o más de uno a la vez, decidía ver una película y los demás nos íbamos añadiendo. Y no sólo películas que tuviésemos nosotros sino que, en la bibliteca de la Universidad se pueden encontrar películas de todo tipo y todas las fechas para... ¿estudiar?
La primera película que vimos fue un clásico: Psicosis de Alfred Hitchcock. Con esa pegadiza música que no se me quitará nunca de la cabeza. La película la sacamos de la biblioteca, y fue una buena elección. Pero claro, uno se pregunta... ¿me gustarán las películas que vayan a querer ver otros días?
Sinceramente no tenía ni idea de cuán cerca de mis gustos estarían las películas que veríamos noche tras noche. La segunda película que sacamos de la biblioteca fue nada más y nada menos que Blade Runner de Ridley Scott. ¡La de películas que tenían en la bibliteca de la Universidad!Por supuesto no todo era ver películas. Otra cosa muy típica por la noche era dar unos cuantos pasos desde la puerta de la residencia hasta la del pub. Allí charlábamos animadamente todos los días. Si no estaban unos porque estaban viendo una película, estaban otro que les apetecía más tomar algo, ver el patido, jugar al billar o simplemente tomar parte en alguna interesante conversación.
Uno de esos días, estaba yo en el pub y me comentaron que algunos otros estaban viendo una película que trataba sobre un tipo que se levantaba siempre en el mismo día o una cosa así. "¡¿QUÉ?! ¿De verdad?" dije yo saliendo rápidamente del pub, dirigiéndome a la sala de la televisión. Eso no me lo perdía, ¡estaban viendo "el día de la marmota"!
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La vida en la residencia era una maravilla, pero ¿qué pasaba con la Universidad? Una de las cosas que marcó más mi primer tramo en Aber, lo que sería desde que llegué hasta las vacaciones de navidad, fue que mis semanas constaban de 16 o 20 horas (de forma alternante) entre clases, prácticas y tutorías. Afortunadamente para mi, algunas de ellas eran más entretenidas que otras. Las clases las entendía perfectamente y, ciertamente, me costaba mucho más entender a la gente joven que a los profesores. Y llegó el día en el que me tuve que relacionar directamente con ¡los británicos!
Llegó la primera tutoría. Como yo tenía clases tanto de primero, como de segundo, como de tercero, yo tenía dos tutorías (en tercero no hay). Y ¿qué hacen los ingenieros en su primer año de tutoría? Muy sencillo, el reto al que nos enfrentamos trabajando en dos grupos en la primera tutoría fue el de hacer que un huevo (sí, un huevo) llegase sano y salvo al suelo al lanzarlo desde un tercer piso del edificio de física. Para ello contamos con alunas hojas de papel, celo, tres globos y herramientas como tijeras y pegamento. ¿Se os ocurre como hacerlo? La respuesta... AQUÍ, en Wales Times.Desde luego no se puede decir que las tutorías fuesen aburridas, especialmente con el pedazo de tutor (y también profesor de Java) que afortunadamente teníamos y del cual ya hablaré cuando os comente un poco cada uno de los integrantes del staff del departamento de Computer Science que me dieron clase. Y ¿qué hacen los ingenieros en su segundo año? Pues nada más y nada menos que reunirse el grupo de programación de lo que podríamos llamar Ingeniería del Software con, como si fuese, un comprador -en este caso el tutor- al que se le tiene que ir presentando el estado del proyecto, etc.
El projecto que teníamos que hacer no podía ser más interesante que el de hacer un videojuego llamado The Grobbit. Empezando por el diseño, siguiendo por el desarrollo y acabando por la documentación, nos fuimos conocimos un grupo de 9 personas de lo más dispares en los que teníamos a un irlandés, un galés, ingleses y... ¡hasta un español!
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Volviendo a la vida de la residencia... el primer fin de semana despues de una semana de duras clases organizamos ¡un partido de fútbol! En él, jugamos todos: altos, bajos, chicas, chicos, gente que sabe jugar, gente que no sabe... y nos divertimos un montón. Eso sí, lo que en un principio era un bonito campo verde acabó revelando su barro interior y acabamos totalmente sucios e hicimos una lavadora común para lavar toda la ropa... y otra para los valientes que querían probar suerte con sus zapatillas.Y llegó el fatídico día. El domingo me levanté con dolor de cabeza, tenía fiebre y había pillado un resfriado. Me encontraba fatal y los acontecimientos que ocurreron durante aqul día no fueron nada buenos salvo uno, que con el tiempo, considero como muy bueno pero que, en aquél momento me destrozó. La vida del ordenador había acabado. Por más que pulsases su botoncito circular, no se encendía (bueno, el ventilador sí). Y digo que lo que ocurrió fue bueno, porque jamás lo he necesitado tan poco y jamás he necesitado tanto no tenerlo. Y para alguna cosa que lo necesitase... "para eso estamos la familia, si necesitas cualquier cosa..." (la pelícila que tocó la noche anterior fue El Padrino). Estaba rodeado de gente estupenda y no tuve que preocuparme de nada. Además, cuando tuve que trabajar en algo relacionado con la Universidad, y hacer programas, en la biblioteca o, especialmente, en la sala de ordenadores de 24 horas se estaba estupendamente bien, con un ordenador que funciona preparado para hacer de todo lo que necesites, y un area de trabajo en la que además, por lo general, no estás sólo te animas mucho más.
Desde entonces a penas pasé un segundo en el interior de mi habitación que no fuese para estar con más gente viendo una película, o para dormir. De todas formas, la gran cantidad de horas que tenía que gastar en el campus donde estudiaba no me dejaba mucho margen. No obstante, había un día a la semana, el miércoles, que no tenía ninguna clase. ¿Dónde podría yo pasar los miércoles?
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Algún día hablaré más en detalle de la Biblioteca Nacional. Por ahora decir que la Biblioteca Nacional es una de las cosas -entre muchas otras- que más a afectado a que mis perspectivas para este año se viesen desbordadas, para bien, pudiendo allí leer cualquier cosa que se hubiese publicado en el país desde que esta fuese puesta en marcha hace ya bastantes años. Por qué fue importante para mi el tener este recurso, mucho más cerca de lo que yo pensé en un principio, os estaréis preguntando. La respuesta es que aquí he podido pasarme un día cada semana leyendome, desde su primer número de publicación en 1993, una de las revistas más prestigiosas del mundo del videojuego conocida como EDGE.
No obstante, todas las personas que pasan por Aber deberían pasarse alguna vez por la Biblioteca Nacional. Si bien no tienes intención de leer un libro, también puedes comparar antes de comprar nada en una tienda online; puedes disfrutar de un paisaje maravilloso, ya que la biblioteca está situada al pie de la ciudad, la cual se puede observar de manera panorámica desde lo alto del primer nivel del campus de Penglais; con todo el explendor de las nubes, del mar... el viento que recorre tus mejillas; el olor de la vegetación que te rodea, y de muchas bonitas flores que adornan uno de los edificios más importantes de Aberystwyth.
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Por ciero que, tengo entendido que en la Biblioteca Nacional se come bien. Pero... ¿cómo se come, en general, en Aberystwyth?
Los lugares en los que más he comido son los dos o tres "restaurantes" que hay en los dos campus que permiten usar la tarjeta que nos dan en la residencia para comer (porque si cenas también... casi que se te acaba el dinero antes que el curso). En estos restaurantes la comida... no es buena. Pero hay que aclarar una cosa que dice todo el mundo y es que NO es tan mala. Cuando uno viene de España al Reino Unido viene con unas previsiones demasiado bajas para lo que realmente es. La comida no está mala, pero no está buena. Simplemente... se deja comer. ¿Cuál es el mayor problema? Que según en qué sitio te dan menos por más, etc. Un ejemplo es que la comida aquí es un "algo" principal al que le añades, en el mismo plato, chips (patatas fritas) y dos tipos distintos de verduras; que pueden ser o guisantes medio crudos y sosos, judías de la misma forma, zanahorias igual, pequeñitas o cortadas a rodajas, maiz... por lo general todo está soso. Pero, si se te ocurre coger sólo lo principal, por ejemplo macarrones, pavo, un pastry de comida vieja... entonces tienes que pagar igual. Claro que la ración te la ponen ellos, y teniendo en cuenta que tienen que dejar espacio en el plato para lo demás... pues no es que vayas a poder ponerte un buen plato de algo.
Pero bueno, siempre está el ingenio para hacerse ensaladas o cosas por el estilo y ahorrar. De todas formas siempre depende de la persona que esté al mando de la caja registradora.
Otras opciones son un bocadillo en una mini bagette o una sopa (que suele ser un puré).
Con unas espectativas como estas... las cenas me las hago yo siempre en la cocina de la residencia. Lo mejor es, cuando nos reunimos muchos para hacer cenas conjuntas, al menos, una vez a la semana. Y ingredientes, por lo general, si que los hay como para hacer una buena comida.Los desayunos en el restaurante son extremadamente caros pero, curiosamente, pueden tomarse a todas horas (aunque a partir de las 11 son más caros) y son a base de huevos, bacon, salchichas, tostadas, etc... por eso lo que yo desayuno son galletas digestivas McVities con chocolate negro.
La hora de la comida es entre las 12 y las 2 y la cena entre las 17 y las 19. Otra razón para comer la cena por tu cuenta, a una hora más normal.
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Hablemos ahora del tiempo. Cuando llueve... ¡no! Ese tiempo no. Hablemos de la puntualidad británica. ¿Es la puntualidad británica un tópico? La respuesta es sí y no. Los británicos son puntuales, por norma, cuando según te puedan joder más o menos. Ejemplos(verídicos):Caso: Son las 8:30 de cualquier día en el que uno tiene clase a las 9 en el campus de Penglais y estamos situados esperando al autobús en Llanbadarn, porque tan pronto por la mañana no apetece andar. ¿Va a venir el autobus a la hora de forma que no voy a llegar tarde?
Solución: Los que hayan dicho que NO, han acertado. El autobús vendrá probablemente, como muy pronto, a las 9 de la mañana y, por lo tanto, llegarás tarde.Caso: Son las 16:58 de la tarde cualquier día de diario y nos encontramos esperando en una enooorme cola que se agolpa delante de las bandejas para empezar a pasar uno tras otro y que los del restaurante, que están delante de sus respectivos puestos preparados, nos sirvan la comida. ¿Nos van a servir la comida?
Solución: Ni hablar. Son faltan 2 minutos para las cinco, ¡que nadie se mueva!Caso: Estamos en el tren con destino a Birmingham para hacer un cambio (para el cual tenemos 28 minutos) a otro tren que va a Aberystwyth (casualmente el último). ¿Va nuestro tren a salir a la hora prevista?
Solución: Ni hablar del peluquín. El tren se retrasará media hora de manera que no puedas coger el cambio y tengas que hacer un viaje de once horas en lugar de cinco.Caso: Son las 16:01 y vas a un stand donde te tienen que hacer un carnet con el procedimiento habitual (coger foto, poner en posicion, escribir nombre, quitar el papel del adesivo y pegarlo de forma que quede plastificado). La mujer que los hace va a estar ahí la próximas horas. ¿Lo hará? Solución: "Lo siento -dice señalando un cartelito- los carnets se hacen hasta las cuatro".
Creedme, es así. Lo que os comento es totalmente verídico. Cuando salí de allí y me miré el reloj y vi que pasaban dos minutos de las cuatro me quedé a cuadros. Y cuando al día sigiente y vi como esa misma señora lo hacía en 5 segundos... me quedé a triangulitos. Por suerte, no es un lugar por el que no pase a diario, como la estación de tren a donde nos instan a ir una y otra vez esperando poder encontrar que ya se pueden comprar los billetes para un viaje en no más de unas semanas...
Como veis la vida en Aberystwyth es bastante divertida, con gente con la que charlar en el pub, ver películas como Tesis (en versión original con subtítulos en inglés... !toda una experiencia¡) la cual gustó a todos, hacer cenas comunales como tortillas de patatas, salchichón, pollo en pepitoria, torrijas...
En Aberystwyth puede que a veces se coma mal en el restaurante... pero todo se soluciona quitando el mal sabor de boca con una de las estupendas tartas de postre de chocolate...
Puede que en algunos sitios no te traten muy bien por su puntualidad, etc... pero así tienes más excusas para reirte de ellos cuando estás con la "familia".Una de las cosas que todos aprovechamos para hacer aquí, en el Reino Unido, es utilizar los servicios que aquí tenemos a nuestra disposición y que en lugares tan arcaicos como... España, pues no tenemos. Por ejemplo, un buen servicio de compra online, una cantidad de productos ingentes que son sacados a la venta en exclusiva en el Reino Unido o con gran anticipación están ahora a nuestra disposición. Hay veces que lees en alguna noticia que en UK van a sacar algún proucto y dices, "pues vaya..." y luego te das cuenta y dices "Ah, ¡pero si yo estoy aquí!".
Aquí en UK, hay una gran competencia en todos los sectores y eso, lo único que puede causar es... mejores productos a precios más asequibles. En gran medida, todos los productos de entretenimiento, ya sean libros, videojuegos, música, y todo tipo de aparatos electrónicos de "lujo", que no deberían hacernos tanta falta en nuestras vidas, están hasta un 35% más baratos que en España antes de ser rebajados al poco tiempo.
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Volviendo a hablar sobre las cualidades de los británicos, hay que decir que éstos, deben estar muy frustrados cuando salen del país a otros como España, por algunas características propias muy fuertes cómo puede ser la obligación social de sujetar la puerta a cualquiera que vaya detrás tuyo si este se encuentra a menos de entre 5 y 10 metros y, por supuesto, agradecerlo cuando lo hacen por ti. Esta sociedad está acostumbrada a hablar por los tubos y en cualquier situación en la que te acerques a menos de dos metros a un británico ocurrirá al menos un "sorry" por haberte rozado, o un "excuse me" por querer pasar sin rozarte, seguido de un "excuse me" más fuerte y un empujón si no respondes lo suficientemete rápido a sus expectativas. Por supuesto, cuando me refiero a que los Españoles no hacemos eso de sujetar las puertas a gente que está relativamente lejos, me refiero a puertas que no se cierran con llave.
Siguiendo con curiosidades... tódos, o casi todos, los servicios públicos que hay, tienen siempre dos puertas una detrás de otra, a no ser que haya una esquina muy grande, de forma que es muy improbable que alguien de fuera pueda ver algo de dentro sin querer hacerlo.Ya para terminar, comentar que un día que nos reunimos bastante gente en la sala de la televisión, no lo hicimos para ver una película sino para jugar a un juego de cartas que nos iba a enseñar un chico del este de Europa.
Narrador: El pueblo está dormido. El asesino mata. El pueblo despierta...
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