I – Londres, Salisbury y Aberystwyth.

El primer día en Londres fue un día muy raro. Especialmente malo por circunstancias tales como la terriblemente pesada e intransportable maleta de ropa que llevaba, la frustración a la hora de encontrar un buen lugar para comer y en general todo lo que supone encontrarse en un lugar que a primera vista puede parecer muy diferente, y con gente que no parece darse cuenta de los problemas de tu maleta y que sólo quieren que te apartes de su camino. La comida de este día fue McDonalds y la cena fue KFC.

Es curioso ver algunas cosas que quizá creías que serían iguales pero no lo son. Por ejemplo, una persona que tiene una ortodoncia y que tiene que lavarse los dientes después de comer lo tiene difícil por algunas razones: En el McD. no había lavabo, sólo un hueco para meter las manos con un sensor para que saliese el agua (que por cierto en todos los baños que he “visitado” sale caliente si no ardiendo) y posteriormente aire para secarte las manos. Claro que nadie esperaría que un Guy llevase su vaso lleno de hielos y lo moviese por debajo del sensor.

Mind the gap
Aquí se paga en libras
Allí en la mayoría de los sitios de comida hay pocas o ninguna mesa y en el McD. no había bandejas, te lo daban todo en la bolsa de papel para llevar.

Sea como sea el segundo día allí fue estupendo. Cuando empiezas a decir las cosas bien, empiezas a entender lo que dicen por los altavoces (en Londres te hablan en todas partes, en el metro, las tiendas, las calles, el tren...) ya que por lo general suele ser lo más complicado (¡vaya con el capitán del avión!). Por cierto, que la gente habla fatal. No se si me habré acostumbrado a las películas americanas, pero ¡¿Dónde se ha visto que Mary se pronuncie... Mary y no Mery?! Estos ingleses no saben hablar ingles... XD Por otro lado, lo que yo creía que era una exageración en una imitación del habla inglesa en la película de Huckleberry Finn (ver VOS para más señas) no estaba tan lejos de la realidad ya que en lugar de decir “Right” estos inglesitos dicen “Roight” ^___^.
Moverse sin maletas enormes por Londres es una pasada, en el metro, en los autobuses (con la Day Travelcard) por las calles... especialmente si ya has cogido el hábito de apartarte eficientemente del camino de la gente, de decir “escuse me” si no lo haces lo suficientemente rápido o “thank you” (ZANKYU que no CE) si te lo ceden. Es algo que escuchas de forma continua.

Tower of London
Tower Bridge
Big Ben
Visité todas esas cosas que has de visitar si pasas por Londres (o no) y además vi como rodaban una escena para una película o serie de televisión en Trafalgar Square. Esta vez comí en un restaurante italiano bien bonito, bien bueno, bien lleno (que me quedé después de comer) y bien barato (7 pounds dos comidas: pedacho lasagna al forno con ensalada -con tomatitos- y agua (vasos^.^)).

También es muy agradable y divertido ver los productos a los que estás acostumbrado en España en las tiendas inglesas en las que hay muchísima comida para llevar (ahora os contaré el por qué). Sin broma alguna esta vez, pude ver como podía elegir entre mucha variedad de comidas como un “Spring Roll”, quesitos “The laughing Cow” y por supuesto productos lácteos de DanOne. (El café que daban en el tren a Aberystwyth era Nescafé -con tilde incluida-).

Pues bien, la vida de los londinenses es básicamente la siguiente: todos entran a trabajar pronto (y les cobran más caro el Day Travelcard, que se amortiza con 2 viajes), hacen su trabajo que por serio que sea, siempre podrán hacerlo un poco más divertido, especialmente si es de cara al público, y a partir de las cinco todo el mundo se va para casa. ¿Qué significa eso? Que avalanchas de gente, como las que se ven en las películas tomadas desde un lateral de las calles de Nueva York, se lanzan hacia las estaciones de trenes que les llevarán a las ciudades dormitorio que poblan los alrededores de Londres o a las inmensas afueras de la misma ciudad que en su centro sólo alberga oficinas, industrias, tiendas y demás lugares en los que trabajar. En el centro no hay, por lo general, supermercados y tiendas de productos domésticos, sino simplemente tiendas para el lunch (que es lo que hacen a medio día, comprar algo rápido para comer en un banco del parque) y tiendas para los turistas (como yo).

The Eye of London
Traitors' Gate
En Londres hay multitud de culturas, razas y colores que se entremezclan socialmente a la perfección sin distinciones de ninguna clase que, al menos, yo haya podido apreciar. Los chinos no están en las tiendas de alimentación ni los negros en el top manta y los turcos en el kebap. Volviendo al tema de la comida, comprobé como había realmente pocos restaurantes propiamente británicos, con “Fish and Chips” como bandera y sí muchos restaurantes italianos, turcos, chinos (todos apiñados en una calle del centro), etc...

Hablando ahora de los comercios, en la zona de Picadilly Circus y Oxford Street hay una grandísima vía llena de tiendas (que algunas se repiten hasta la saciedad) donde puedes encontrar desde Zara hasta la cadena de videojuegos “Game” propietaria de CentroMail que es clavada a ésta, con las mismas etiquetas de precios, juegos de segunda mano y productos propios (misma caja, diferente nombre). Las tiendas de música, vídeo y juegos eran fácilmente identificables por sus carteles de la trilogía clásica de Star Wars.
En los cines londinenses hay películas que salen mucho antes que en España, películas que salen después (como Hero) y películas que reponen (como Toy Story 2). En el metro londinense avisaban por megafonía que “por su seguridad mantengan sus bolsas de mano y otras pertenencias debidamente controladas”. Por las calles, especialmente las que están en obras (por todos lados) e influyen en el tráfico de gente hacia las estaciones, Londres está lleno de gente de todo tipo para ayudarte. Con deciros que con pararme a hacer una foto de la estación de St. Pancras ya me dijeron “You ok?”... porque que una persona se pare en lugar de ir veloz al tren sólo puede significar que con las obras no sabe bien por donde dirigirse (a pesar de los informadores con un megáfono que hacen chistes mientras dan la información). En fin... podría contaros muchas anécdotas y opiniones de las que he ido recogiendo estos días atrás pero creo que con algunas de ellas ya os hacéis a la idea de que, lo que en una primera impresión puede parecer algo muy diferente, realmente no lo es tanto sino algunas características de las que te acostumbras rápidamente. ¿Os he dicho que los coches tienen el volante en el otro lado? ^____^.

Picadilly Circus
St. Pancras Station
Como última curiosidad sobre Londres tengo que deciros que había veces que tenía diferentes emociones a la vez, como viendo a los repartidores de panfletos en las calles... me daban pena (no lo leais de manera despectiva) y a la vez me hacían reir (los pobres) porque no respartían nada, sino que esperaban a que alguien les cogiese las hojas, casi no extendían la mano para dar los papeles y, claro, nadie les cogía nada. Pero ahora bien... ¿qué es mejor? ¿darlo y que la gente lo tire o tener sólo unos poquitos y que lo cojan sólo aquellos que estén interesados? (Por cierto que he notado una gran ausencia de papeleras en según que zonas, pero también de papeles, cigarrillos y, en especial, mierdas de perros por los suelos).
Ah, y había montones de anuncios (con un logo más bonito) de la candidatura de London 2012 a los juegos olímpicos, que me gustaría que fuesen en Madrid pero que, a mi parecer, se le queda pequena para algo así, a diferencia de Londres que es enorme en todos los sentidos.


La Catedral de Salisbury
La Iglesia de Thomas Becket
El jueves estuve de visita por Salísbury. Un lugar como un pueblo pero con zonas muy comerciales y turísticas. Antes de nada hay que decir que los trenes tienen puntualidad británica (casi siempre). Allí tuve la oportunidad de ver el lugar totalmente despejado, totalmente nublado y lloviendo (a veces caía una lluvia fina y despacito, a veces una lluvia rápida que venía de lado... XD) y de ver su catedral y algunas otras cosas del mismo pueblo. No obstante, el motivo del viaje (en el que mi padre tenía mucho interés) era la visita de Stonhenge que está cerca de allí (y que por el cual, verlo, te sablan un poquito).
La Catedral de Salisbury
Arbotantes y pináculos
Salisbury tiene unos campos verdes amplísimos, ríos por el interior y casas muy bonitas, amén de árboles con incontables años a sus espaldas, Hay algunas casas a la orilla del río que realmente daban envidia.
Y ¿qué decir de Stonhenge que no hayáis podido oír o leer todavía? Pues tan sólo formularos una pregunta, ¿Qué tamaño creéis que tiene?
Es un árbol
Stonhenge

Finalmente, y tras nuevas odiseas con la dichosa maleta, cogí el tren con destino a Aberystwyth, con transbordo en Wolverhamton (Birmigham) -aunque me fui muy acertádamente en el tren que iba a Wolverhamton una hora antes para tener todo el tiempo que quisiera para hacer el cambio, ya que eran simplemente dos trenes separados, no un transbordo oficial- de la marca Virgin.
En Espanña, que sea de mi conocimiento, sólo queda de Virgin la parte de juegos (Virgin Games) pero en U.K. hay de todo de la marca Virgin: videojuegos, música, tiendas, trenes, servicio de telefonía movil, refrescos como Cola Virgin... ^___^.
El tren, y el sitio en el que me senté, tenía mesas entre los pares de asientos enfrentados y las mesas tenían enchufes para poder usar (exclusívamente) móviles y ordenadores portátiles (con lo fácil que es decir laptop).
En Wolverhamton tuve tiempo de comer algo, aunque sin moverme demasiado ya que tenía que cuidar de todos los trastos y luego me cambié de andén (subiendo y bajando escaleras para mi desgracia) y conseguí meter mis trastos de manera más elegante en el tren que en el anterior, obstruyendo menos tiempo el paso de los demás.

Cuando llegué a Aberystwyth hacía un tiempo estupendo, sin apenas nubes, y fui recibido en la misma estación y conducido (en camioneta), junto con los demás estudiantes internacionales (que había en ese tren) al campus donde está mi residencia (que no mi facultad) y los prefectos (con camisetas rojas) nos guiaron y a las habitaciones y nos enseñaron el lugar, además de dónde comprar cosas para comer, y en general, todo aquello que les preguntases.
A mi, se puede decir que, me ha tocado en el edificio más parecido a las catacumbas del Aqvinas de Madrid de los que hay, pero sin calefacción (por ahora no sale aire caliente por donde debería) y sin internet (por ahora sólo un cartel que dice que estará disponible “as soon as possible”) aunque estoy seguro que sabréis cuándo estará disponible porque podréis leer estas líneas y verme por ahí. En próximas fechas podréis saber más sobre el lugar (voy a tener tiempo para decíroslo y mostrároslo). Por ahora sólo comentaros que es un lugar realmente precioso, y que ¡hay españolas!

Room Sweet Room